Los
científicos incubaron e hicieron crecer muestras de leche de fórmula de tres
marcas, leche de vaca entera y leche materna.
Pudieron
observar cómo en pocos minutos las bacterias comenzaron a multiplicarse en
todas las muestras.
En
la muestra de leche materna, las bacterias se adhirieron entre sí para formar
biopelículas, capas delgadas y adherentes de bacterias que sirven de escudo contra
los patógenos y las infecciones, mientras que las de la leche de fórmula y la
leche de vaca proliferaron ampliamente, pero crecieron como organismos
individuales que no se unen para formar una barrera protectora.
Es
evidente que, por más avanzadas que sean sus fórmulas, las leches maternizadas
no pueden competir con la leche de mamá. Sumamos a su lista de ventajas que beneficia el
crecimiento de la flora intestinal del bebé, por tanto, siempre
que sea posible, la leche
materna es la mejor opción.
Opinión: La leche materna
favorece el crecimiento de los niños ya
que sirve de escudo contra los patógenos y las infecciones, facilitando así la
absorción de nutrientes y reforzando el desarrollo del sistema inmune.
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