jueves, 13 de septiembre de 2012

LIMPIEZA EN LOS NIÑOS


Hoy en día nadie duda de que la higiene y el lavado de manos han sido claves para tener la salud que tenemos. Es algo tan importante que exista el Día Mundial del Lavado de Manos cuyo fin es recordar a adultos y niños que con un acto tan simple como lavarnos las manos podemos prevenir muchas infecciones y contagios.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte, son muchos los investigadores que están trabajando en la llamada “hipótesis de la higiene”, por la que explican que al final hemos sido tan escrupulosos, tan limpios, que nuestros cuerpos se han hecho vulnerables a otras enfermedades que no dependen tanto de la higiene. Dicho de otro modo, que un poco de suciedad en los niños podría no irles mal.
Según los defensores de la “hipótesis de la higiene”, al reducir drásticamente el número de desafíos que el ambiente ofrece al ser humano el sistema inmunitario tiende a entrenarse menos y peor, provocando que algunas enfermedades sean ahora más graves que antaño.
Por ejemplo, hablan de que ahora hay más alergias y que las reacciones alérgicas son más graves, algo que es cierto, pero cuya causalidad habría que demostrar, pues también se habla (lo dicen otros investigadores) de que la manipulación actual de los alimentos los hace más “irritables”, como si cambiaran para defenderse y se convirtieran así en alimentos más alergénicos. Hablan también de trastornos gastrointestinales como la enfermedad inflamatoria intestinal y la enfermedad de Crohn y de trastornos autoinmunes como la diabetes tipo 1 y la esclerosis múltiple.
En apoyo a sus palabras ejemplifican lo saludable que puede llegar a estar alguien que vive en una granja o que tiene un perro, que difícilmente sufrirá alguna de estas patologías (seguro que en más de una ocasión os habréis acordado de los niños de la calle, esos que, según se dice, casi nunca están malos en comparación a los nuestros).
Opinión: la limpieza es fundamental en nuestro cuerpo por así evitamos que los niños no se contagien de enfermedades.  



ASMA BAJO CONTROL


les quita el aire a los padres también es el asma, cuyos ataques pueden aumentar en determinadas épocas del año, como la primavera, pero que se pueden presentar sin previo aviso en cualquier momento del año, y si no se controlan de manera adecuada, pueden ser muy peligrosos para los niños.
El asma se presenta cuando hay dificultad para respirar debido a una inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias, específicamente de los bronquios. A veces, los niños son sensibles a algunos estímulos del medio ambiente, como el polen, el polvo y el pelo de las mascotas, y su cuerpo reacciona de forma exagerada haciendo que sus bronquios se inflamen y se contraigan, por eso les cuesta respirar.
Entre los síntomas principales del asma se encuentran:
  • una sensación de opresión en el pecho
  • falta de aire
  • silbidos al respirar (especialmente al exhalar)
  • tos
Con los avances científicos y los nuevos tratamientos que hay disponibles, la idea típica de que los niños asmáticos son débiles y no pueden jugar normalmente ha desaparecido. Hoy, quienes sufren de asma pueden llevar una vida normal, siempre y cuando tengan algunos cuidados para evitar los ataques repentinos o, en todo caso, si desarrollan un ataque asmático puedan reaccionar inmediatamente para que éste no se convierta en un peligro.
Recuerda que el asma es una condición crónica, es decir, que no tiene cura. Sin embargo, existen diversas maneras de prevenirla y de tratarla que hacen posible que los niños con esta condición puedan correr por el parque, jugar con sus amigos y hasta practicar deportes.
Una de las formas de mantener el asma bajo control es adaptar los lugares en donde vive el niño para que haya la menor cantidad de factores que puedan desencadenarle una crisis asmática (ten en cuenta que esto puede ocurrir con partículas diminutas que a las personas sanas no les provocan nada en absoluto).
Opinión: Los niños que sufren de asma, hoy en día, pueden jugar como cualquier niño sano. Esa idea de que son más débiles y que deben quedarse quietos ha quedado en el pasado. Sin embargo, es importante mantener esta enfermedad bajo control para evitar ataques inesperados. Por eso, aquí te contamos algunas claves para lograrlo.

VITAMINAS


Las vitaminas son compuestos necesarios para la vida: nuestro cuerpo las necesita para funcionar. Se encuentran en los alimentos que consumimos, pero algunas personas, aunque lleven una dieta saludable, toman suplementos para asegurarse de que reciben su dosis diaria de vitaminas. La razón para que así sea es que muchas vitaminas indispensables para estar sanos no son fabricadas o sintetizadas por el cuerpo. Vitamina A: es necesaria para tener una buena visión, dientes sanos, mucosas, tejidos blandos y membranas de la piel sanos. También se conoce como retinol porque produce los pigmentos en la retina del ojo. Se encuentra en la leche fortificada, el hígado, los vegetales y frutas color naranja (melón sandía, zanahoria) y los vegetales de hoja verde oscura (como la espinaca)
  • Vitaminas del grupo B: incluyen la vitamina B1, B2, B6, B12, niacina, ácido fólico, biotina, ácido pantoténico. Son esenciales para el metabolismo, o en otras palabras, para ayudar a tu cuerpo a tener energía y liberarla cuando es necesario. También ayudan a la creación de los glóbulos rojos, los cuales llevan el oxígeno a todo el cuerpo. Se encuentran en los granos integrales, el pescado y los mariscos; los huevos; el pollo y la carne; la leche y sus derivados; fríjoles (o habichuelas) y chícharos (arvejas) y los vegetales de hoja verde.
  • Vitamina C: es indispensable para los tejidos del cuerpo como las encías y para mantener los músculos en buena forma. Además, ayuda a sanar heridas y a combatir infecciones. La encuentras en las frutas cítricas (naranja, mandarina), las fresas (frutillas), el brócoli, los tomates, el kiwi y los pimientos (ajíes) rojos.
  • Vitamina D: Es indispensable para tener los huesos y dientes fuertes. Además, ayuda a que tu cuerpo absorba el calcio. El cuerpo la puede crear cuando nos exponemos al sol, o también la puedes obtener de: pescado, leche fortificada, yemas de huevos, hígado, cereal fortificado.
  • Vitamina E: Esta vitamina protege a tus células y a tus tejidos de los daños causados por los radicales libres (es antioxidante). Es importante para la salud de los glóbulos rojos. La puedes encontrar en los granos integrales, el germen de trigo, los vegetales de hoja verde, los aceites vegetales como de girasol, canola y oliva, las nueces y semillas, y las yemas de los huevos.
Opinión: Desde que somos niños, hemos escuchado que las vitaminas son esenciales para la salud. Nos han advertido que comamos nuestras verduras y que no olvidemos las frutas pues están cargadas de vitaminas. Sin embargo, poca gente sabe en realidad definirlas y por qué son tan importantes para crecer sanos y fuertes.

HIDRATACION DEL NIÑO


La deshidratación se produce cuando el cuerpo pierde líquido de forma excesiva. Por tanto, debemos saber reconocerla y estar atentos a ciertos síntomas que podrían indicarnos que el niño está deshidratado. Como por ejemplo: las fontanelas del recién nacido se ven hundidas, la piel reseca y pálida (ligeramente grisácea), el niño orina menos de lo habitual y de color oscuro, escasa saliva, deposiciones secas y duras, falta de ánimo, somnolencia, etc.
No sólo el calor puede llevar a la deshidratación, también hay que estar atentos en el caso de que el niño tenga diarrea, lo más frecuente por una infección gastrointestinal. Debemos evitarla en la medida de lo posible con correctas medidas de higiene y si no ha sido posible evitarla, asegurarse de mantener al bebé hidratado mediante agua o sueros.
en los niños menores de dos años, la proporción de agua es entre el 70 y el 80 por ciento de su peso corporal, mientras que en los adultos es entre el 50 y el 60 por ciento. Por eso, los niños necesitan beber más agua que los adultos. De ahi la importancia del consumo de agua en la infancia.
Por tanto, para mantener una hidratación adecuada debemos ofrecerles agua con frecuencia, aproximadamente cada dos horas, incluso antes de que sientan sed.
La cantidad de agua diaria que debe beber un niño es de entre 50-60 ml por cada kilo de peso, es decir medio litro de agua para un bebé de 10 kilos, por ejemplo.
Por la rapidez con la que pierden agua los niños, la ración es proporcionalmente más elevada que la recomendada para adultos, a quienes se les aconseja beber 35 ml por kilo de peso, entre 8 y 10 vasos diarios.
Opinión: la hidratación en los bebes y niños es muy importante ya que las necesidades de agua en los niños son mayores que las de los adultos. Los pequeños tienen más riesgo de sufrir deshidratación, lo que puede causar graves consecuencias.

LECHE MATERNA


Los científicos incubaron e hicieron crecer muestras de leche de fórmula de tres marcas, leche de vaca entera y leche materna.
Pudieron observar cómo en pocos minutos las bacterias comenzaron a multiplicarse en todas las muestras.
En la muestra de leche materna, las bacterias se adhirieron entre sí para formar biopelículas, capas delgadas y adherentes de bacterias que sirven de escudo contra los patógenos y las infecciones, mientras que las de la leche de fórmula y la leche de vaca proliferaron ampliamente, pero crecieron como organismos individuales que no se unen para formar una barrera protectora.
Es evidente que, por más avanzadas que sean sus fórmulas, las leches maternizadas no pueden competir con la leche de mamá. Sumamos a su lista de ventajas que beneficia el crecimiento de la flora intestinal del bebé, por tanto, siempre que sea posible, la leche materna es la mejor opción.

Opinión: La leche materna favorece el crecimiento  de los niños ya que sirve de escudo contra los patógenos y las infecciones, facilitando así la absorción de nutrientes y reforzando el desarrollo del sistema inmune.